Durante las últimas semanas, mientras la biblioteca pública de Viana ha estado trabajando a puerta cerrada por el confinamiento, su responsable ha realizado una de las gestiones de la colección más importantes, el expurgo o selección negativa de documentos.
Todos los meses se realiza un trabajo de mantenimiento de la colección, que implica una revisión del material que pasa por las manos del responsable para identificar aquél que se encuentra en mal estado o que se ha quedado desfasado, para retirarlo y/o sustituirlo por otro ejemplar.
Pero estas últimas semanas se ha aprovechado para un repaso más intenso de los fondos de la colección, por lo que la cantidad de libros retirados ha sido superior a lo habitual. Esto ha supuesto pasarse muchas horas comprobando el estado y/o la antigüedad de los libros, cuántas veces se han prestado en los últimos años, etc. Se trata de un trabajo técnico necesario para mantener una colección actualizada, manejable fácilmente por l@s usuari@s de la biblioteca.
Porque una colección enorme no es sinónimo de calidad, sino que normalmente suele ser lo contrario: demasiados volúmenes amontonados en poco espacio, dificultades para encontrar el libro necesitado, colección poco ágil y poco atractiva…
El ideal bibliotecario es el crecimiento cero, es decir, a partir de determinada cifra en la colección de la biblioteca, por cada nuevo documento uno viejo debería abandonar la colección, como se puede leer en este artículo de José Luis Sánchez Rodríguez, de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.